La obra de Ariès, L’enfant et la vie familiale sous l’ancien régime, abrió un nuevo campo de investigación en ciencias sociales, obteniendo un amplio reconocimiento por parte del público, y al mismo su tesis del «descubrimiento de la infancia» suscitó numerosas críticas científicas. El objetivo de este artículo es analizar un amplio corpus de estas críticas para comprender las operaciones historiográficas puestas en juego por el historiador para dar así una historia a la infancia. Destacamos dos dimensiones principales: por un lado, la importancia de una filosofía social que favorecía un orden doméstico que propiciaba la mezcla de edades; por otro lado, la construcción de la infancia como un conjunto de atributos diferentes de aquellos atribuidos a los adultos, a partir de un conocimiento ordinario de los niños. El análisis abre así una perspectiva heurística para comprender las tensiones que atraviesan las clasificaciones de edad en la actualidad.